Sobre mí
Me llamo Carlos Rangel y las historias me han salvado en más de una ocasión.
Consumo historias en cualquier formato: novelas, cuentos cortos, novelas gráficas, cómics, teatro, tragedias, películas, cortometrajes, series y, bueno, ya me entendiste.
Consumo historias en cualquier formato: novelas, cuentos cortos, novelas gráficas, cómics, teatro, tragedias, películas, cortometrajes, series y, bueno, ya me entendiste.
Nací en Aguascalientes, México durante los ochenta.
A los doce años tenía un grupo de amigos en el que jugábamos Calabozos y Dragones, Magic The Gathering y Vampiro la mascarada, leíamos a cuanto escritor de horror-fantasía-ciencia ficción nos cayera, comprábamos cómics, jugábamos con la Play Station. Todavía tengo contacto algunos de ellos y a lo largo de los años ha sido más que evidente que nuestro amor por las historias es lo que nos hizo compartir todo ese tiempo.
Después entré al bachillerato, tuve una crisis existencial y estuve cerca de cuatro años encerrado en mi habitación y saliendo apenas para comprar algo. Casi como un hikikomori mexicano. Si bien nunca tomé terapia sino hasta años después, porque en esa época no tenía ni los recursos ni la información que me hubiera gustado para pedir ayuda profesional, los libros vinieron en mi ayuda, llegaron a mis manos ediciones de segunda mano de la Ilíada, algunos cuentos de Poe, Lovecraft y Tolkien. Me gusta pensar que de esas lecturas gané recursos emocionales con los que enfrentar la vida. “Las historias nos aprovisionan para la vida”, dice Keneth Burke.
Aquí quiero constar que no estoy diciendo que cualquiera que esté deprimido deba curarse por medio de la lectura de El Señor de los Anillos, solo digo que las historias, los mitos según apunta Joseph Campbell, son un recurso invaluable para enfrentarse al caos que es la existencia.
Estuve en trabajos esporádicos de albañil, pintor de casas, jardinero, comencé a entrenar judo, fui peleador de artes marciales mixtas, sacaborrachos de bar y comencé a interesarme en la cultura goth y el post punk. Quería estudiar una carrera universitaria, pero no tenía ni certificado de bachillerato ni dinero, así que me puse a escribir para sobrellevar la frustración que esta realidad me causaba.
En 2009 el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Aguascalientes (mi ciudad natal) me dio una beca en la categoría de joven creador. Un cheque bimestral a cambio de escribir historias. Así pagué el bachillerato y me inscribí a la universidad, después conseguí un trabajo de medio tiempo con el que mantener mis estudios y me gradué como ingeniero mecatrónico. Y ésta es, a modo de resumen, la historia de lo mucho que significa para mí el acto de narrar, de cómo las historias me acercaron a gente, porque en cada etapa siempre hubo alguien que me ayudó, mi familia, amigos o compañeros de trabajo. Esto es lo que enseña el viaje del héroe: sal de tu pueblo, de tu cabaña, de tu zona de confort y eventualmente, la vida, el viaje, te prestará la ayuda que necesitas, solo debes dar el primer paso.
¿Por qué hago este blog?
Para mí compartir historias es un vínculo con la humanidad, así creo lazos y amistades que perduran. Suelo comentar las películas, juegos, libros o cualquier historia nueva con mis amigos más cercanos y creo que existe gente interesada en los temas que llevo años disfrutando, así que en este sitio haré un compendio de las narrativas que me acompañan desde hace tiempo. Siento que la creatividad de todos esos escritores, artistas y programadores debe ser compartida para que más gente pueda maravillarse como yo cuando conozco una propuesta nueva.
¿Qué encontrarás en este sitio?
- Reseñas de libros, novelas, colecciones de cuentos, novelas gráficas, cómics, teatro.
- Reseñas de películas, cortos o series.
- Contenido relacionado con vídeojuegos y sus historias.
- Contenido relacionado con el horror, la ciencia ficción, la fantasía, el weird en general.
- Algunas de las historias que escribo.
¿Qué te parece? ¿Te apuntas? Siempre estoy interesado en conocer más personas con las que compartir las historias que nutren mi vida :).