El pasado 4 de abril de 2021 me enteré en redes sociales de la muerte de Francisco Haghenbeck. Le mandé solicitud en Facebook después de que su libro Matemáticas para las Hadas fuera la noticia entre aquellos que gustan de los libros ‘raros’. Pasaron los años y nunca busqué sus libros, y ahora que acabo de leer El Diablo me obligó me doy cuenta de mi error de no haber leído esta novela antes, cuando tenía al autor disponible para hacerle las preguntas que ahora rondan mi cabeza.
Nunca hablé con él, pero me gustaba el contenido que compartía en su muro y desde que publicó ese libro basado en la vida de la insigne Ada Byron me dije que leería su obra.
Pero como el pasado no puede volver y lo que se hizo no se puede cambiar, desde mi pequeña trinchera que es este blog le rindo homenaje al poderoso narrador que fue Francisco Haghenbeck y te dejo mi reseña de El diablo me obligó.
El Diablo me obligó de F. G. Haghenbeck
La lectura es fluida, con mucha acción. Se nota de entrada el trasfondo que tenía el autor como guionista y es que en ese ámbito los escritores están obligados a hacer que la acción “avance”, esto es que cada escena debe tener un cambio y este cambio te revela algo sobre el personaje. Tal vez por eso la novela se adaptó al formato de serie, porque ya cuenta con una estructura, o partitura dramática que hace posible que los actores interpreten las acciones de los personajes.
La novela cuenta la historia de Elvis Infante quien luchó en Afganistán del lado norteamericano, y después del servicio activo se dedica a ser “diablero”, un exorcista o cazador de monstruos que se gana la vida ayudando a la gente con problemas sobrenaturales a cambio de unos dólares.
Ignoro si el nombre del protagonista está basado en Pedro Infante y Elvis Presley, pero algo me hace pensar que sí ya que no es el único nombre que “me suena” de otro lado. El soldado Rockie Ballard, el capitán Potocky, Jordan Clément son los nombres que me recordaron a algunos escritores. Tengo duda de si el sargento Fanelli está inspirado en Guillermo Fadanelli.
La historia es una delicia para mí porque amalgama los saberes arcanos de la magia negra y el ocultismo y los une a los escenarios modernos. Vemos a uno de los personajes conducir por un barrio latino en los Estados Unidos y todo lo que ve nos parece familiar a los lectores mexicanos, una Virgen de Guadalupe pintada en una pared, la tienda en la planta baja de una casa de interés social, los cholos en la esquina del barrio ‘tirando esquina’.
Este personaje va a recoger a Elvis Infante quien lo recibe con una sonrisa, como viejos amigos, antes de hablar de negocios e irse a hacer un exorcismo.
El mismo Haghenbeck reconoció la influencia que fue para él el trabajo de Edgar Clement con Operación Bolívar, pero, según el autor cuenta al final de El Diablo me obligó, esta novela surgió de una plática en la que un grupo de amigos, entre ellos Haghenbeck y Clement, discutían acerca una idea: cazadores de demonios para poner a éstos a pelear en juegos clandestinos.
La propuesta de Haghenbeck fue la novela que te reseño aquí, El Diablo me obligó, la de Edgar Clement fue Kerubim, creo que es un complemento genial a la obra literaria y la puedes encontrar en línea.
Este libro es para mí una propuesta interesante que cuenta una historia efectiva, bien contada. Si te gustan los temas sobrenaturales y la acción estoy seguro de que El Diablo me obligó te encantará. Creo que escribir esta novela fue una labor que el autor disfrutó, para mí fue muy significativo encontrar las siguientes palabras de Francisco Haghenbeck:
«En el fondo, dejamos de ser niños cuando dejamos de jugar. Yo deseo jugar hasta el último día de mi vida…»
Estoy seguro que un autor de este nivel disfrutó su labor literaria hasta el final de sus días, fue como un niño que juega con historias y mundos que no son el nuestro, pero que se parecen bastante.
Si tienes curiosidad y quieres leer El Diablo me obligó es muy fácil que la puedas conseguir en Amazon.
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