Compartir historias es una actividad que hemos realizado desde tiempos inmemoriales. A menudo los cuentos que nos pasamos de generación en generación contienen elementos sobrenaturales, donde aparecidos, demonios y apariciones trastocan nuestra percepción del mundo. El Gabinete de Curiosidades de Guillermo del Toro, en Netflix, continúa con esta tradición en el formato preferido de nuestra distopía actual: series en streaming.
Lote 36 es la primera historia en esta antología audiovisual, adapta un guión de Guillermo del Toro y Regina Corrado. El director es Guillermo Navarro, quien ya había trabajado con Del Toro como director de fotografía para El laberinto del Fauno, Cronos y Pacific Rim.
Alerta de Spoilers a partir de aquí
Una de las primeras cosas que vemos es a George W. Bush dando un informe sobre la invasión de Irak. Esto nos pone en contexto sobre cuándo ocurre “Lot 36”, además de darnos detalles sobre el protagonista, Nick Appleton, un veterano de guerra. En el inicio vemos a un hombre que sigue una vida rutinaria, come platos precocinados, corta conejos crudos y visita su bodega, el lote 36. Entra al lugar con una bolsa llena, mientras realiza lo que parece un ritual donde realiza determinados pasos antes de trasponer el umbral, y sale una hora después con una bolsa vacía.
El hombre solitario muere de un ataque al corazón y el lote 36 con todo lo que contiene queda en subasta. El ganador resulta ser Nick pues tiene tratos con el gerente del almacén, con quien comparte las ganancias de lo que obtiene al vender lo que hay en los lotes. Nick está impelido a vender y obtener la mayor cantidad de dinero que pueda pues tiene a un acreedor violento detrás.
Nick se dispone a explorar los tesoros ocultos del Lote 36, limpiando la basura y recuperando todos los objetos de valor que pueda encontrar. Se da cuenta de que el lote 36 es más pequeño que los demás, lo que Eddie atribuyó a que el edificio se construyó antes de que las normas dictaran el tamaño de cada lote. Mientras tanto, conocemos a Amelia, una latina de mediana edad que no habla inglés con fluidez.
Por el trasfondo de Nick sabemos que es un “patriota” que no ve con buenos ojos a negros y latinos, pues considera que éstos le roban lo que es suyo a la gente blanca y trabajadora de Estados Unidos.
Amelia se mudó hace unos meses, por lo que nunca recibió el aviso de desalojo de Eddie. El error vino de Eddie, ya que olvidó lo que le dijo ella sobre el cambio de domicilio. Sin embargo, Eddie pone a subasta el lote de Amelia y Nick fue el comprador. Amelia le pide a Nick que le muestre la unidad de almacenamiento, solo para recuperar artículos personales que no tienen valor material, como fotos y cartas antiguas, pero Nick le dice que ahora él es el dueño de su unidad de almacenamiento y que si ella no puede realizar sus pagos, no es su problema.
Cuando el usurero rastrea a Nick y lo golpea, éste se da cuenta de que tiene que resolver la situación cuanto antes. Eddie le da la dirección de Agatha, una mujer que puede darle un precio razonable por algunos artículos extraños que Nick encontró en el lote 36. Además de algunas sillas viejas y un candelabro de oro, Nick está en posesión de una gran mesa de madera con un pentagrama dibujado encima. El veterano aún no lo sabe, pero es un set de sesión usado para invocar demonios. El antiguo dueño del lote 36 tiene muchos otros secretos tenebrosos dentro de su unidad de almacenamiento.
Lote 36, el demonio y el libro
Después de que Nick llega a la tienda de Agatha, la dueña de la casa de empeño está muy intrigada por la tabla. Juntos, encuentran un compartimento secreto en la mesa que contiene tres libros inquietantes: “Liber Primus: Daemonia,” “Liber Secundus: Symvolia,” y “Liber Tertius: Perilipsi”. La mujer llama a un experto, Roland, para que se haga cargo de estos volúmenes.
Roland le revela a Nick que los tres libros valen diez mil dólares, más que suficiente para que el veterano pague su deuda, arregle su auto y sobreviva unos meses. Sin embargo, la colección generalmente contiene un cuarto libro “Liber Quartus: Sacramentum”, el más raro de todos ya que se quema cuando el demonio reclama el alma y el trato está cerrado. Si encuentran el cuarto volumen en el lote 36, Roland está listo para escribir un cheque por $300,000 dólares para Nick. La oferta es demasiado buena para dejarla pasar, por lo que Nick accede a llevar a Roland de regreso a la unidad de almacenamiento.
De camino al almacén, Roland admite que conoce al propietario original del lote 36. Era un alemán involucrado en el ocultismo, que supuestamente ofreció a su hermana, Dottie Wolmar, como tributo para un demonio. Dado que el propietario original murió de un ataque al corazón, Roland cree que el demonio fue traicionado y el preciado libro permanece en la bodega. En cuanto al candelabro de oro, puede proteger a las personas de los poderes del demonio. A Nick todo eso le parecen tonterías, pero está decidido a encontrar el libro y ganar dinero.
Precio aproximado: $450.91
Buscando en el lote 36, Nick y Roland descubren una puerta secreta que conduce a un pasillo oscuro. Hay algunos crucifijos colgados a lo largo del pasillo y páginas de libros que parecen sacados de la Biblia y otros textos sagrados. Al final del corredor, ambos encuentran a una mujer dentro de un círculo de invocación resguardado por una línea de sal. El rostro de la Dottie fue reemplazado por un agujero negro, desde donde unos tentáculos reptan en la oscuridad. El cuarto libro está al fondo de la habitación, abierto sobre un pedestal.
Haciendo caso omiso de las advertencias de Roland, Nick se dirige al libro y deshace el círculo de invocación con los pies. El demonio es libre gracias a esto y devora a Roland, con esto el libro se prende en llamas y Nick lo deja caer. Nick escapa del demonio, ya sin pensar en su deuda ni en el dinero, escondiéndose en los pasillos oscuros de la instalación de almacenamiento. Sin embargo, la única puerta de salida está cerrada desde el exterior.
Amelia está al otro lado de la puerta después de esperar todo el día en la fábrica, con la esperanza de ablandar el corazón de Nick, sin éxito. Entonces, una vez que Nick pide ayuda, ella decide colocar el candado en la puerta, le da la espalda y lo deja solo sin saber que hay un demonio adentro.
Este inicio me dejó enganchado y me deja con buen sabor de boca, toda esta semana veré el resto de capítulos y tal vez escriba algo al respecto, tal vez no. Por lo pronto puedo dejarte esta entrada como recomendación si te gustan los temas sobrenaturales o la iconografía esotérica.