La práctica de la magia es acaso tan antigua como la cultura, se dice que el solo hecho de nombrar algo es el recuerdo de una forma de magia primigenia que hemos olvidado. Antes nombrar un mar era estar rodeados de agua y criaturas, había cantos para ordenar a los peces a que subieran a las redes de los pescadores y conjuros para hacer que las nubes de tormenta se desvanecieran con un pase de la mano.
Respecto a eso, creo que el arte auténtico siempre es un intento de volver a ese conocimiento perdido. Por siglos los poetas y los pintores han sido los responsables de recordarnos que la magia es posible y dejaron su obra como testimonio. Si bien no todas las representaciones de la hechicería fueron realizadas para ofrecer una buena opinión de este arte, en esta era podemos verlas con otros ojos y apreciarlas en una perspectiva diferente.
Este grabado muestra a una hechicera en medio de su trabajo. Vemos los detalles de varios familiares demoníacos que rodean a la practicante del Arte. La inscripción en latín de la base de la impresión da una pista sobre el significado de la impresión, que parece ser un comentario sobre los peligros de la tentación:
“Qué males comanda el Deseo, en el pequeño lugar apartado; quien, por dulce encantamiento, supera las mentes de los mortales más puros, ¡induce el frenesí en todos! Pero cuán rápido se desliza: La Muerte se apodera de la vida breve, de los breves placeres. Riendo por un momento, en la eternidad sufriendo arrepentimiento.” (Traducción de Ross Caldwell).
Esta obra es de Jan van de Velde II un grabador holandés que nació cerca de 1593. Hijo de un calígrafo, en 1604 ingresó a un gremio (guilda) de Haarlem e inició su trabajo con el grabado, a menudo haciendo copias de diseños de otros artesanos. Su trabajo es singular por los motivos nocturnos utilizados en su ambientación.
Aunque es cierto que podemos apreciar este grabado con una mirada despreocupada e incluso alegre, el contexto de este es mucho más oscuro. Durante la época del grabador el continente europeo pasaba por su período más violento relacionado con juicios por brujería. Los campesinos, con sus cosechas diezmadas y empobrecidos con la devastación que trajo la guerra, encontraron en las brujas a su chivo expiatorio.
Cuando Jan van de Velde II creó este grabado Europa vivió los más terribles juicios por brujería, con sus respectivos episodios de tortura y asesinato de más de 1000 personas (en su mayoría mujeres). En esa época bastaba con que una mujer demostrara especial interés por las plantas y la forma de crear ungüentos para que se le acusara de bruja y fuera enjuiciada sin ningún tipo de defensa.
Aquí te dejo el detalle de este grabado:
Este grabado digitalizado es de dominio público, lo puedes descargar y usar como quieras.
Si te gustó la entrada no olvides compartir. Si me ayudas los gatos de Ulthar te recompensarán .